La vida en realidad son tres días. Menos, puede que menos. Y yo estoy harta de pensar y romperme la cabeza, tengo que substituir los pensamientos a actos, para poder vivir bien, para poder vivir como quiero vivir. Si uno no hace lo que quiere ni lo que siente,su mente se va a morir dentro de su cuerpo, un saco repleto de huesos duros y de sangre pasada, no está bien morir así. Voy a empaezar a sentir una lluvia helada resbalar por mi cintura y esta vez, la voy a notar.
