dilluns, 26 de desembre del 2011

Buenos días hermosa, llevo el pan y la mermelada en el bolsillo, bien calentito y achuchado, solo para que tus labios prueben lo que es bueno de verdad. Me saco los zapatos y vengo a tu lado, no te muevas, estaré allí en seguida. ¡Mira que traigo! Ábrelo, espero que te guste, es el anillo de bodas de mi madre, creo que en tus dedos huesudos y largos quedará precioso, es de piedra luna, del mismo color de tus ojos. Dame la mano, deja que resvale el trocito más valioso de plata entre tus pieles secas, ahora mírame, sonríe, sonríe para mí, me gusta. Ya sé que no tienes tu mejor cara, pero sigues siendo magnífica, te vas a curar, ya verás. Déjame que te bese, no quiero hacerte daño, así que quédate quieta. Me enantan tus besos. ¡Eh! ¿me oyes? ¡no! no.. no... ahora no, porfavor no. Te quiero ¿ME OYES? te quiero, no te vayas, no.

Silencio de muerte.

4 comentaris:

Crystal. ha dit...

Tan lindo y tan triste a la vez :(
Excelente texto ! Besitos ♥

Anònim ha dit...

Bueno, te cuento que es la segunda vez que llego a este blog, la primera le di una ojeada por arriba y no leí nada, pero ahora se me dio por ponerme a leer y escribis cosas realmente interesantes, así que nada, te sigo (: me encantó este texto, es una delicia.

Ricardo Miñana ha dit...

Que tengas un ¡¡feliz año 2012!!
un abrazo.

Síndrome de la cruda realidad ha dit...

precioso...me ha encantado, me he quedado sin palabras jaja
sigue asi y me quedo por aqui siguiendote
un beso
pd:por si te interesa http://sindromedelacrudarealidad.blogspot.com/